viernes, julio 26, 2024
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¿Qué significa educar y educarse en el mundo de hoy?

Por: Juan Carlos Pérez

¿Qué significa educar y educarse en el mundo de hoy?Este pulso maestros – gobierno es también una oportunidad para demostrar qué tan cerca o tan lejos estamos de la verdadera paz, pues  la reconciliación entre los colombianos pasa por el reconocimiento del otro como alguien diferente,  digno de respeto y, por lo tanto, válido como interlocutor.

El centro de las diferencias está en el tema salarial, que  no puede ser el único punto importante a la hora de encarar lo que pasa con la educación de los colombianos.

De ahí que nos atrevamos a plantear algunas preguntas y a sugerir reflexiones, como las siguientes,  relacionadas con la calidad de los modelos educativos, sin pretender ignorar que también es válido y necesario contar con maestros bien remunerados:

¿Se puede educar hoy como se educaba hace 30 años? ¿Es posible enseñar algo en el contexto actual? ¿Cuál es el papel que tiene el ecosistema comunicativo en la tarea de aprender a aprender?

Para empezar, habría que advertir que la  tarea de educar hay que emprenderla y reemprenderla día a día, por y con la comunidad académica  entendida como un todo indisoluble.

Y es que, por ejemplo, desde hace muchos años se viene hablando de la importancia que tiene el currículo oculto en la formación de las nuevas generaciones. Ese postulado se había asociado a aspectos que hacen parte del entorno educativo, pero que no están presentes de manera directa en la cátedra, como la actividad cultural de un colegio o una universidad; las conferencias de expertos; y los medios de comunicación internos. Hoy ese currículo oculto sigue jugando un papel preponderante, pero ahora está más asociado a la creciente influencia que juegan los medios masivos de información y, en especial, las redes sociales. Es la escuela paralela, de la que hablará Jesús  Martín-Barbero.

Es tal la influencia de estos medios, que hoy en día no se puede concebir la educación ni, mucho menos, un modelo educativo, sin su activa participación.  De ahí que los expertos se hayan dado a la tarea de reflexionar acerca de esa relación  indisoluble: educación -medios de comunicación, o lo que ya se conoce como “educomunicación”.

En palabras de Martín-Barbero, “si comunicar es compartir la significación, participar es compartir la acción. Pero para ello deberá convertirse en el espacio de conversación de los saberes y las narrativas”. En este escenario –ya no tan nuevo- el libro –en su sentido tradicional- ha dejado de ser el centro del proceso de aprendizaje, para dar paso a “los saberes socialmente valiosos”. Entonces hoy el mundo se lee de manera diferente porque han cobrado preponderancia “las oralidades  y las visualidades  como modos de configuración cultural de los sujetos”. En ese entorno donde la hipertextualidad es omnipresente, debemos aprender a leer los medios, sea la televisión, la radio o la convergencia mediática.

Por eso resulta, más que válida, necesaria esta  pregunta: “¿Qué significa saber en la era de la información? Saber significa nuevas formas de entender y llevar a cabo la comunicación. Descentramientos, deslocalización y diseminación: La información no se encuentra en un lugar específico sino que va y viene en los medios virtuales”. ( 2002)

Hoy la tarea del docente se hace más fácil, a juzgar por los instrumentos a su disposición, pues “estamos a un clic del mundo”, pero al mismo tiempo es más complicada y más compleja, si tenemos en cuenta  los millares de distractores que pueden truncar el proceso educativo.

Sí, hoy ya no resulta extraño, por ejemplo, hablar de redes de interaprendizaje. Para ello contamos con recursos como Skype; Twitter, Facebook , Instagram; Google…Las TIC están a  nuestro alcance y, en términos generales, nuestros discentes  son más competentes que nosotros para usar esas herramientas. Sin embargo, también enfrentamos más riesgos y uno de los más evidentes se llama FACILISMO.

Por eso en el actual contexto, como lo indica Daniel Prieto Castillo,  autor del  famoso “juego pedagógico”,  no es apropiado hablar de enseñar, en el sentido tradicional del término. Podemos acompañar, orientar, motivar o, si se quiere, co-crear,  pues  enseñar ya resulta anacrónico.

Sí, compartir y discutir conocimientos sigue siendo una verdadera paradoja, en el imbricado y cambiante mundo actual. En ese sentido, se parece mucho a la tarea siempre inacabada de formar ciudadanos.

Así, la lucha por la educación es  en últimas, como diría Prieto Castillo, consiste en ayudar a los demás “en la construcción de su propia dignidad”.

Por consiguiente, no se trata, hoy en día, de decirles a los otros lo que deben pensar sobre esos asuntos que siempre estarán a la orden del día: desigualdad, consumismo, individualismo…Más bien el reto pasa por interactuar, deliberar, desaprender, construir y, tal vez lo más importante, validar al otro como interlocutor para ESCUCHAR… (Y escucharnos).

Como ya lo advertía Jacques Delors en su clásico ensayo “la educación encierra un tesoro”,  hoy podemos estar hiperconectados en los grandes centros urbanos,  “pero no hay que olvidar que una población desasistida sigue excluida  de esa evolución (por ejemplo, regiones sin electricidad)”.

Claro, es válido y necesario pensar en construir redes de aprendizaje, pero no podemos dejarnos de preguntar ¿Aprender con quiénes y para qué  ?

Quizás estas palabras de Prieto Castillo contribuyan a activar otras ideas, en el marco de un debate que aún está por librarse a fondo:

 

“No estoy en el mundo para concientizar,

Para enseñar,

Para transformar,

Para persuadir,

Para salvar,

Para señalarle el futuro…

A nadie.

Estoy en el mundo para que los otros aprendan, para apoyarlos frente a las acechanzas de la humillación, para vivir con ellos la construcción de la propia dignidad”.  (2011)

 

 

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  1. interesante el articulo orientador y precisa enfoques y nuevos conceptos. favor enviarme datos del autor. gracias
    jose orlando sierra Veloza

  2. En efecto cuando se habla de formación es importante referirse a todo aquello que promueva la vida. En este trabajo de promoción es importante tal y como lo menciona el autor, pensar que la educación tiene un rezago respecto de la forma en que finalmente utiliza e incorpora de manera creativa las TIC´s.
    El asunto ha superado las miradas que satanizan su uso. También aquellas que entienden que su uso se restringe o se limita a las funciones productivas. El tema ahora es reconocer el potencial que representan para desatar nuevas posibilidades de la humanidad en su conjunto en donde nos aproximamos cada vez, a la idea de una comunidad interconectada.
    Acá el compromiso educativo se plantea entonces como un ideal que va mucho más allá de la escuela tradicional porque tiene que ver finalmente con el reconocimiento de la autonomía como condición y objetivo de la formación.

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